miércoles, 15 de enero de 2014

La alergia a la lactosa



La intolerancia a la lactosa es un síndrome que provoca problemas cuando se consumen productos derivados de la leche, como puede ser la propia leche, quesos, yogures, bollería... etc.

La leche está formada de un azúcar elemental que es la lactosa. La lactosa, cuando se descompone, produce glucosa y galactosa. Cuando consumimos leche u otros productos lácteos, la lactosa tiene que descomponerse en ambos azúcares, proceso que tiene lugar en el intestino delgado gracias a una enzima llamada lactada.

Si los niveles de una persona de lactasa no son los adecuados, la lactosa no puede descomponerse en glucosa y galactosa, por lo que no podrá ser digerida.

Entonces la no digestión de la lactosa produce trastornos intestinales, como pueden ser diarreas o dolor abdominal e incluso la aparición de nauseas y vómitos.

En el ser humano la actividad la lactada, la enzima que degrada la lactosa, disminuye a partir de los tres a los cinco años, y puede ser incluso progresiva hasta un 10% de su total en la edad adulta. Es decir, según pasan los años la capacidad de muchas personas de degradar lactosa se ve reducida.

Existen varios factores que provocan la aparición de la intolerancia lactosa, por ejemplo, tienen gran influencia la distribución geográfica y la herencia genética.

Se estima que en España, entre el 20 y el 50% de la población adulta manifiesta, en alguna medida, intolerancia a la lactosa.

Fuente: TeInteresa